sud evasion

Definición

La fuerza mayor se caracteriza por la imprevisibilidad, irresistibilidad y exterioridad del evento que impidió la ejecución del contrato (art. 1148 del Código Civil).

¿QUÉ ES EL CASO DE FUERZA MAYOR?

Cuando una agencia de viajes cancela una estancia, no se considera responsable si la fuerza mayor es la causa de la cancelación.

En caso de cancelación de viajes, estancias, billetes, o más grave aún, cuando ocurre un accidente de transporte, una compañía queda exenta de su responsabilidad, y por tanto de su deber de indemnizar, si se aplica el concepto de fuerza mayor.

Tras los cierres de aeropuertos provocados por la nube de cenizas volcánicas, las agencias de viajes invocan la fuerza mayor.

Esto les exime de su responsabilidad en caso de incumplimiento del contrato (artículo 23 de la ley del 13 de julio de 1992 relativa a la organización y venta de viajes y estancias).

Los operadores turísticos no están legalmente obligados a proporcionar una compensación financiera o a ofrecer servicios a su cargo a los viajeros bloqueados. Sin embargo, algunas empresas podrían conceder un gesto comercial.

La indemnización debe ser pagada por el actor responsable del perjuicio. Como la responsabilidad entre dos partes puede ser a veces delicada de determinar, corresponde a una comisión de investigación decidir sobre el asunto. Solo la falta concreta e irrevocable de la víctima, o la intervención de un hecho imprevisible e insuperable como fuerza mayor pueden eximir a una empresa de su responsabilidad.

El caso de fuerza mayor

Ya difícil de definir anteriormente, el concepto de fuerza mayor se ha vuelto aún más complejo con la aparición de nuevos riesgos como tsunamis, tifones, atentados terroristas… Los tribunales, sin embargo, se han esforzado por regular algunos aspectos a pesar de su carácter jurisprudencial.

¿Cuáles son los casos de fuerza mayor?

En el caso de un tsunami, sin duda, el evento presenta claramente las características de exterioridad, imprevisibilidad e irresistibilidad, constitutivas de la fuerza mayor.

Las huelgas o disturbios no siempre son casos de fuerza mayor. En cuanto a las huelgas, en particular, todo depende de si fue anunciada o no, si se podían tomar medidas… Los tribunales deciden caso por caso.

Sin embargo, en cuanto a las averías de aviones, por ejemplo, la fuerza mayor generalmente no se reconoce, ya que los jueces consideran que la compañía es responsable de verificar el buen funcionamiento del equipo.

Previsibilidad del riesgo

Este concepto sigue siendo interpretado respectivamente por la jurisprudencia.

Así, por ejemplo, una agencia de viajes fue considerada responsable, en junio de 2000, del perjuicio moral invocado por clientes víctimas de la agresión a su autobús por una banda armada, durante un circuito de aventuras. La justicia reconoció que el operador turístico debería haberse informado más ampliamente sobre los riesgos de terrorismo en esta región.

Sin embargo, la previsibilidad de un riesgo tiene sus límites, como lo demuestran eventos climáticos extremos como los ciclones, donde la intensidad y la trayectoria del evento no siempre pueden predecirse con antelación, ni siquiera por los meteorólogos.

Viaje cancelado: ¿qué indemnizaciones? ¿Consecuencia de la calificación o no de fuerza mayor?

Si la causa de la cancelación por parte del profesional no se considera un evento de fuerza mayor, el comprador debe recibir el reembolso inmediato y sin penalización de las cantidades pagadas.

En caso de fuerza mayor, la agencia no se considera responsable del incumplimiento o la mala ejecución del contrato.

No está obligada a pagar daños y perjuicios a sus clientes. Como mucho, puede proponer un cambio de fecha, un nuevo destino… En este aspecto, corresponde a cada agencia determinar caso por caso su reacción.

Retomando el ejemplo del tsunami, no era cuestión de reembolsar todos los billetes, esta solución no habría sido económicamente viable. El sindicato nacional de agentes de viajes (SNAV) emitió entonces una recomendación consistente en adaptar la oferta de reemplazo según la urgencia.

A las personas que debían partir en la semana siguiente al tsunami se les ofrecía un reembolso, mientras que a aquellas que tenían programada una salida entre 10 días y un mes después del evento se les orientaba más bien hacia una nueva fecha o un nuevo destino.

Algunos clientes, desanimados, decidieron cancelar por sí mismos. Las agencias les concedieron entonces una reducción en los gastos de cancelación…