Irse de viaje es bueno para la moral Salvo si un miserable grano de arena altera repentinamente la salida de un viaje pagado desde hace varios meses.
Lo imprevisto, en forma de accidente o de una gripe fuerte, puede entonces arruinar la moral… ¡y la cartera!
Piense que una urgencia surge siempre en el momento en que menos preparados estamos